A veces parece que llevar un vida consciente es ostentosamente caro, un lujo incluso…
Si quieres comprar alimentos biológicos, te cuestan una pasta… (a mi juicio merece más invertir en tu alimentación que ahorrar para comprarte un bolso de 500 euros, por ejemplo, pero es sólo mi opinión). Si además empiezas a utilizar detergentes ecológicos, desodorantes bio, champús bio, artículos íntimos naturales, ropa eco, etc… Entonces sí que ya nos ponemos en un nivel de gastos, reducido a unos pocos privilegiados, entre los que la mayoría de la población no nos encontramos.
Es por eso que cada vez que encuentro una marca consciente a precios asequibles siento que tengo que compartirla. Y mi último descubrimiento es Avril, una firma francesa que os va a enamorar. 🙂
Está claro que lo más económico y reconfortante es fabricar nuestra propia cosmética natural e incluso el maquillaje que usamos. Pero a veces no disponemos del tiempo que hace falta… Os lo digo yo, que cada dos semanas tengo que ponerme a hacer champú, cada dos meses, cremitas… etc. Al final, hay momentos en los que tienes demasiadas obligaciones y no puedes. Por eso viene fenomenal tener tus marcas fetiche en las que puedes confiar. Avril se ha convertido para mí en una de ellas.
Su propuesta es ofrecer cosmética natural asequible a todas las mujeres, sin perder ni un ápice de calidad ni desmejorar la atención al cliente. Es una marca que, ante todo, promueve el respeto: Respetan los animales y no los utilizan para hacer pruebas, respetan el medio ambiente y tratan de reducir al máximo los embalajes innecesarios, y respetan tu piel y tu salud, utilizando ingredientes ecológicos y naturales.
¿Cómo consiguen mantener los precios bajos? Con la reducción del embalaje, minimizando el gasto en publicidad y muestras (no tienen) y apostando por precios estables y contantes (no hacen campañas de descuentos). Tiene mucha lógica y es una política súper inteligente.
Podemos encontrar de todo para el cuidado personal: Maquillaje colorido y con texturas ideales, productos para el pelo y el cuerpo, pinceles de maquillaje, complementos para peinarte…
En un mundo en el que el poder económico parece ser el motor más poderoso, se nos olvida, que el consumidor tiene su parte de responsabilidad. Si empezamos a cambiar nuestros hábitos de consumo, ellos tendrán que modificar la oferta. Trata de comprar sólo a empresas que respetan cierta ética, invierte en tu salud más que en tu imagen, y sobre todo, no cierres los ojos. Todos podemos hacer algo por cambiar el mundo. Si no lo haces, es porque no quieres. No culpes al sistema mientras seas cómplice. Únete a la minoría que lucha por un mundo mejor: Molamos más. 😀
2 comentarios en «Avril, mi descubrimiento en cosmética orgánica»
Muy inspirador, gracias 🙂
Cómo escuché una vez por ahí: «si quieres cambiar el mundo primero cambia tu mismo/a y poco a poco tu alrededor empezará a cambiar», incluídas las personas… a mi me ha sucedido, pero no cuando quiero cambiarlo, si no cuando desisto y dejo que cada persona a partir de cierta semillita la vaya regando solita… sobretodo porque al tener casas XII y NS en Leo hace que me sea imposible que me hagan caso… aunque al final siempre lo acaban haciendo después de mil vueltas x)