Muchos son los que han escuchado hablar del sexo tántrico pero lo cierto es que sólo unos pocos tienen claro en qué consiste en realidad.
Lo más normal cuando hablas a alguien de esta práctica milenaria, es que piense en sesiones interminables de sexo en las que el hombre no eyacula. Y bueno, puede parecer divertido eso de las maratones sexuales, pero si el tantra se limitara a prolongar el acto sexual sería un poco decepcionante. No sé, soy de las que siempre ha pensado que es mejor tener un poquito de lo supremo que acumular excesos de algo que no merece la pena.
Lo que conocemos como Tantra es una doctrina oriental milenaria que enseña a utilizar el deseo como camino a la autorrealización y al desarrollo personal. Es algo más cercano al yoga que a la pornografía y si entendemos este concepto nos será más fácil crearnos una idea correcta de lo que es el sexo tántrico.
Para empezar debemos acercarnos al acto sexual de la misma manera que lo hacemos a la meditación: sin prisas y con quietud mental. Si estás pensando en el trabajo que tienes acumulado, la bronca que tuviste con tu amiga por la mañana o que te faltan ingredientes para preparar la cena, definitivamente, no va a funcionar. Conviene concentrarnos en el momento y en nuestra pareja, en el aquí y el ahora… Y todo lo demás, archivarlo durante un ratito.
También es importante preparar el lugar para convertirlo en el sitio perfecto: sábanas bonitas, velas aromatizadas, aceites esenciales, música relajante, exquisiteces culinarias… En fin, todo lo que se te ocurra para convertir el acto en algo mucho más placentero es bienvenido.
Otro tema esencial es sentirte bien contigo mismo/a: ducha, piel hidratada, depilación… En el tantra es importante aceptarse a uno mismo y a la pareja.
Y al igual que cuando estás meditando, el pranayama o control de la respiración es algo básico. Se trata de que sincronices la respiración con el otro para que podáis conectar y establecer un vínculo aún más íntimo.
Igualmente, hay que valorar los preliminares y esto es porque la eyaculación no es el objetivo, sino el disfrute de cada segundo, de cada gesto… Se entiende el acto como una danza en la que los dos estáis compenetrados y bailáis al mismo compás. En el sexo tántrico, el hombre no tiene porqué eyacular para alcanzar el orgasmo, de hecho, aprende a controlar la eyaculación para poder manejar el orgasmo a su antojo y alargarlo en el tiempo.
¿Y al acabar? Pues una idea estupenda es meditar juntos, o relajarse y concentrarse en el presente. Nada de desconectar rápido, sino que es mucho mejor tomárselo con calma… Cada momento es único y especial, no desperdicies los instantes más íntimos con aquel/aquella que amas.
3 comentarios en «Sexo Tántrico. Feel & Meditate»
simplemente….love 🙂
happy weekend!!
Un post precioso e instructivo! Gracias Luna!
Muy bueno,
«Y recuerda haz el amor y no la guerra»
Gracias por compartir