Ahora que hemos inaugurado la estación de Libra oficialmente es momento de que veamos cuál es la piedra que se le asocia y nos será más beneficiosa durante las próximas semanas. Se trata de la turquesa. Esta preciosidad de color azul intenso nos viene de perlas para encontrar nuestro punto de balance.
La turquesa es una de las piedras que se veneran desde épocas muy remotas. Ya en el Antiguo Egipto se utilizaban como ornamento (allá por el año 3200 antes de Cristo) Su significado etimológico es «piedra turca», puesto que a través de Turquía llegaban a Europa provenientes de las minas de Asia. Múltiples culturas han rendido pleitesía a sus propiedades y así queda demostrado en Persia, en el Tíbet, Afganistán, Argentina y las civilizaciones de indios nativos americanos. De hecho, tanto hindús como persas consideraban que encontrar una turquesa en una noche de luna nueva era muy buen augurio.
Lo cierto es que la turquesa nos ayuda a encontrar la verdad y la justicia que son tan importantes para Libra. Ayuda a equilibrar y nos induce a un estado de tranquilidad y calma. También nos inspira para que seamos capaces de abandonar el egoísmo y desarrollemos un sentido de preocupación por el otro. La turquesa agudiza la inteligencia emocional. Todo lo que das, te viene de vuelta, por eso, invertir en tus relaciones es invertir en tu propia felicidad. Tiempos libranos son tiempos para pensar en los demás. Usa la turquesa en tus ornamentos, como talismán, para meditar o rodéate de ellas en tu hogar. No tardarás en notar su energía benéfica.
Photo: Natalia Bianco